Fuente: El Universal
03/11/2010 –
Al inicio del ciclo invierno los productores agrícolas advirtieron que el arrime de la producción nacional, tanto de arroz como de maíz, se vería afectada por las importaciones de cereales que el Ejecutivo nacional realizó durante el primer semestre del este año. 

En estos momentos, cuando ya ha salido entre 60% y 65% de la producción de arroz, los productores se enfrentan a la difícil tarea de buscar compradores para la producción, pues los principales molinos del país no han manifestado intención de compra porque tienen suficientes inventarios de materia prima importada. 

Antonio Pestana, directivo de Asoportuguesa y de Fedeagro, señaló que la producción de arroz ha tenido que arrimarse a sitios no tradicionales para evitar se pierda el producto. 

Sin embargo, indicó que aunque aún no se han reportado pérdidas originadas por esta situación, la calidad del arroz se ha desmejorado en aproximadamente 12 a 15% porque no han conseguido donde acopiarlo. 

Los productores consideran que el Ejecutivo debe sincerar los precios del arroz blanco, a fin de incentivar a la industria a comprar la cosecha nacional, pues este factor también está afectando la colocación de la producción. 

Todavía queda mucho arroz por cosechar pero los productores están preocupados por los anuncios de que se va a importar arroz desde Guyana y Ecuador. El Gobierno tiene que olvidarse en este momento de las importaciones y sincerar los precios del arroz blanco“, expresó Pestana. 

Sin negociar 

Las importaciones de maíz, calculadas en unas 537.263 toneladas entre enero y junio de este año, también complicaron el arrime la producción nacional a los silos. 

Sin embargo, en estos momentos cuando ya ha salido casi el 90% de la cosecha, el maíz ha logrado acopiarse, pero mucho de ese producto todavía no tiene colocación. 

Pestana señaló que la industria de Alimentos Balanceados para Animales (ABA) y las Pymis, que son las principales compradoras del maíz amarillo, no manifestaron intención de compra en este ciclo, porque tenían suficientes inventarios. 

En principio sólo los silos privados estaban recibiendo el producto, lo que originó que los camiones pasaran hasta ocho días en cola para arrimar el producto a los centros de acopio originando gastos adicionales en el transporte. 

En el caso del maíz blanco, Pestana aseguró que se colocó toda la producción.