Fuente: El País
22/05/2012
– Esta zafra aparece como la más difícil en los últimos años para los productores de arroz, debido a una drástica caída en los rendimientos, a un fuerte incremento en los costos, y a granizadas que ocasionaron serias pérdidas.

La cosecha de arroz durante la actual zafra registrará una baja de entre 10 y 15% en los rendimientos obtenidos. Los mismos, que semanas atrás se estimaban en unos 7.900 kilos por hectárea si situarían entre los 7.000 y 7.400 kilos como promedio nacional.

Ernesto Stirling, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (A.C.A.) indicó que los mismos podrían situarse en los 7.400 kilos, ya que pese a que las condiciones para cosechar mejoraron en el Este, los rendimientos no fueron los esperados.

El período transcurrido entre el final de abril y los primeros días de mayo ha sido bueno para terminar de levantar la cosecha, -sobre todo en el Este donde existían importantes retrasos dado que no se habían dado lluvias durante el nacimiento del arroz- mientras que en el Norte las cosechas habían culminado a mediados de abril“, dijo.

El secretario de la gremial Rómulo Gamarra fue más pesimista que Stirling e indicó que el promedio apenas superaría los 7.000 kilos por hectárea. Consultado acerca del porqué de la drástica caída en relación al récord de 8.400 kilos por hectárea obtenidos en la zafra anterior, Gamarra sostuvo que “el año pasado se alinearon todos los planetas. Todo se dio de forma óptima. Se regó en muy buenas condiciones, al tiempo que el calor posterior fue fundamental para los buenos resultados“.

Esta baja en los rendimientos tendría como consecuencia una disminución de entre 15% y 20% en la cosecha en relación a la producción de la zafra anterior, ubicándose entorno a los 1,3 millones de toneladas. El área dedicada a esta práctica también sufrió una caída de 15.000 hectáreas, situándose en las 180.000 hectáreas plantadas, debido a la falta de agua.

El aumento de los costos de producción, que varía según si el productor es arrendatario o no (condición muy común entre los arroceros) gira en torno a los US$ 2.000, cuando el año pasado apenas superaba los US$ 1.650 por hectárea, dificultando aún más su situación, indicó Gamarra.

La afectación sufrida por la caída de granizo en distintas zonas del país, especialmente en el Este (Cerro Largo, Treinta y Tres y Rocha) también fue otro factor en contra de la producción en esta zafra.

“El granizó se llevó unos 100 kilos del promedio nacional, con lugares en donde las pérdidas fueron casi totales, siendo el Este la parte del Uruguay más afectada” indicó Gamarra. Se estima que el área afectada, con pérdidas muy desiguales según la chacra, se ubicó en 5.000 hectáreas.

FUTURO. Las perspectivas para la próxima zafra tampoco son alentadoras, debido a que el agua existente en estos momentos es inferior a la que había a esta altura del año pasado.

Lo que manda es el agua que se pueda reservar, por sobre la suba de costos. Por más que los números (de rentabilidad) sean malos, los molinos los refinancian (a los productores). Todo depende del agua que exista. Si alguno (de los arroceros) se va a fundir, va a plantar hasta ese momento, y si llegado el caso deja el área libre va a llegar otro (productor), audaz o inconsciente, y tomar esa superficie para seguir produciendo“, afirmó Gamarra.