Fuente: Balboa Radio
09/08/2010 – Para nadie es un secreto que Panamá es una nación defi­ci­ta­ria en su pro­duc­ción arrocera. No obs­tante, el país par­ti­cipa junto a Cen­troa­mé­rica en la repar­ti­ción de una cuota de 20 mil tone­la­das con un cre­ci­miento de 5% anual para expor­tar el grano a la Unión Euro­pea (UE), pro­ducto del acuerdo de aso­cia­ción en el que los osa­dos arro­ce­ros pidie­ron una cuota de 70 mil toneladas.

La dis­tri­bu­ción de la cuota de arroz libre de aran­cel que cada país expor­tará se rea­li­zará el 16 y 17 julio en la Fede­ra­ción Cen­troa­me­ri­cana del Arroz en Hon­du­ras con base en la pro­duc­ción de cada país.

Según los pro­duc­to­res loca­les y cos­ta­rri­cen­ses la mayor parte de la cuota que­dará entre Costa Rica, Nica­ra­gua y Panamá, paí­ses que en el istmo tie­nen una mayor pro­duc­ción del grano.

Las 20 mil tone­la­das métri­cas equi­va­len a 440 mil quin­ta­les y en caso de que se divi­dida en seis par­tes igua­les le toca­ría a Panamá unos 73 mil quin­ta­les, dijo Fran­klin Ferra­bone, de la Aso­cia­ción Nacio­nal de Moli­ne­ros de Arroz.

El meca­nismo que visua­liza Ferra­bone para poder expor­tar a la UE, en donde obten­drán mejo­res pre­cios para su pro­ducto, es suplir la cuota con la pro­duc­ción local y satis­fa­cer el con­sumo nacio­nal con un poco más de arroz importado.

El moli­nero des­cartó que con la ope­ra­ción se ponga en riesgo la segu­ri­dad ali­men­ta­ria, pues alegó que la cuota que expor­ta­rán sería “mínima”.

Ade­más, alegó que Panamá solo importa un 30% de su con­sumo, mien­tras que el resto de la región lo hace en un 70%, y el costo del arroz a nivel inter­na­cio­nal está a la baja debido a una sobre­pro­duc­ción en Asia.

La idea de expor­tar es poco menos que una ilu­sión para la Fede­ra­ción de Arro­ce­ros y Gra­nos Bási­cos de Panamá.

Pri­mero el país debe pen­sar en “cerrar la bre­cha de 3 millo­nes de quin­ta­les para ser auto­su­fi­ciente”, dijo Héc­tor Ortega, vocero de la federación.

Para lograrlo, aña­dió, hay que incre­men­tar las hec­tá­reas sem­bra­das, que han dis­mi­nuido a tra­vés de los años, ade­más de que se requiere de una polí­tica de apoyo al productor.

En tanto, Mag­da­leno Prado, del Ins­ti­tuto Inter­ame­ri­cano de Coope­ra­ción para la Agri­cul­tura (IICA), señaló que el arroz es un pro­ducto sen­si­tivo y que pri­mero hay que pen­sar en la auto­su­fi­cien­cia y expor­tar el exce­dente, no como se está pen­sando hacer, por­que se podría poner en riesgo la segu­ri­dad alimentaria.

En estos momen­tos somos defi­ci­ta­rios, cual­quier can­ti­dad que se quite es bas­tante”, expresó Prado.

Pero la Aso­cia­ción de Pro­duc­to­res de Arroz de la pro­vin­cia de Chi­ri­quí está opti­mista de que el acuerdo repre­senta una opor­tu­ni­dad de mer­cado a futuro.

Sin embargo, Ale­xan­der Araúz, miem­bro de esta aso­cia­ción, se pre­guntó qué pasa­ría si el pro­ducto inter­na­cio­nal se enca­rece, tomando en cuenta que paí­ses como Esta­dos Uni­dos avan­zan a la reduc­ción de los subsidios.

Lo que se pre­tende hacer ahora no es una polí­tica nueva para el resto de los paí­ses de la región que no son auto­su­fi­cien­tes, pero expor­tan arroz, informa el IICA.

Para abas­te­cer el con­sumo nacio­nal, los paí­ses cen­troa­me­ri­ca­nos impor­tan arroz de Esta­dos Uni­dos y Nica­ra­gua, bajo la figura de cuo­tas pac­ta­das a tra­vés de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de Comer­cio o cuando se auto­riza la com­pra por desabastecimiento.