Fuente: Diario de Morelos
25/09/2010
– Arroceros del municipio de Emiliano Zapata se manifestaron ayer para exigir a molineros y autoridades un precio justo para el pago del kilogramo de arroz que, dijeron, está en 3 pesos. 

En las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el comisariado ejidal de Santa Ana Tezoyuca, en Emiliano Zapata, Pedro Vera Arista, mencionó que, por la necesidad de los productores, están aceptando que se les vaya a pagar el kilogramo del grano en 3 pesos; sin embargo, este precio se mantiene por debajo del recibido el año pasado. 

Indicaron que, en 2009, el kilogramo del grano de arroz se pagó a los productores en 4 pesos con 50 centavos, por lo que pidieron que, si no se podía mejorar ese precio, al menos en este año fuera igual.

Con el precio que se pretende pagar a los productores (3 pesos), se estarían perdiendo en promedio, por hectárea, entre 15 mil y 20 mil pesos, por lo que, dijeron los productores, es mucho el dinero que están dejando de percibir. 

Los afectados añadieron que, en total, se están generando en Morelos de 16 a 20 mil toneladas de arroz, entre todos los productores que hay en la entidad. Precisaron que han tenido diálogo con las autoridades; sin embargo, añadieron, el problema no es con ellos, sino con los dueños de los molinos de arroz, que son los que están fijando el precio en 3 pesos.

La autoridad sí está haciendo su trabajo, pero en este caso necesita presionarlos para que haya un precio justo al kilo de arroz. “Incialmente, los productores de arroz estaban pidiendo un precio de 7 pesos por kilo, pero ahora se conformarían con un precio de 5 pesos”, dijo Vera Arista.

Explicó que desde agosto se comenzó a cosechar el arroz, y que hasta el momento ya llevan un 60 por ciento de avance en la producción, por lo cual, para ellos, la situación es grave, económicamente hablando. 

Vera Arista expresó que el precio de 3 pesos lo están pagando los molineros, argumentando que tienen altos costos de producción, que la comercialización está caída y otras cuestiones que hacen que el precio que les pagan sea bajo.