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Fuente: El Sol de Cuautla

15/08/2015 – Desde el 2012, el Instituto Mexicano de Protección Industrial (IMPI) y la Secretaria de Economía (SE) entregaron la declaratoria que otorga la denominación de origen al arroz del estado de Morelos; sin embargo, a la fecha no se ha concretado todo el proceso para proteger al grano del “pirataje”.

La ausencia de un Norma Oficial Mexicana (NOM) del arroz y un organismo que certifique el cumplimiento de dicha norma ha provocado que pese a la denominación de origen, productores y consumidores estén a expensas de competencia desleal.

El mercado sigue saturado de arroz sin certificar, tanto de origen nacional como extranjero que no reúne las características del grano que se produce en la entidad morelense, lo que impacta directamente en el bolsillo de los productores.

Emmanuel Hernández Adalid, titular de la Oficina Regional Centro del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), explicó que el trámite de una denominación de origen consta de cuatro pasos:

Una declaración general de protección, una denominación de origen protegida emitida por este Instituto, la redacción de una Norma Oficial Mexicana (NOM) y su publicación en el Diario Oficial de la Federación, así como la integración de un organismo regulador.

En el caso del Arroz de Morelos, apenas se ha avanzado en los dos primeros pasos, aún faltan “eslabones básicos” como el establecimiento de la norma oficial y la integración del Consejo Regulador.

Aunado a los altos costos que implica la operatividad de un organismo certificador del arroz que debe sostener una nómina, contar con una unidad de verificación y laboratorios acreditados ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA).

“La gente científica en la mayoría de las normas son instituciones públicas, pero creo que el problema más grave es en el Consejo Regulador, que debe tener una estructura con sueldos, debiera vivir de los productores que certifiquen, entonces, si no hay quien certifique no hay quien pague los sueldos”, dedujo Hernández Adalid.

Precio & Calidad
El costo de la certificación del grano como Arroz Morelos debe ser absorbido por el consumidor final; sin embargo, a los consumidores les da igual adquirir un arroz con o sin denominación de origen, y por tanto terminan comprando el más barato, incluso sacrificando la calidad.

“El consumidor no está muy adaptado con la denominación de origen, el consumo es igual”, acotó el titular del IMPI y por tanto el productor está obligado a mantener sus precios pese a la mayor inversión que realiza en el proceso de producción y certificación del grano.

Lento proceso
En febrero de 2012, cuando el entonces Gobernador de Morelos, Marco Adame Castillo y el secretario de Economía, Bruno Ferrari, oficializaron la denominación de origen del arroz de Morelos, destacaron beneficios directos a los productores con una Norma Oficial Mexicana (NOM) para el manejo del grano, así como iniciativas para mejorar la comercialización del producto como la creación de marcas colectivas, campañas de difusión y promoción de un registro de normas de calidad. A la fecha, todo se quedó en el discurso.