Fuente: ABC.es
04/03/2013 – Un proyecto de cooperación de CCOO, por el que se ha dotado a tres regiones de Guinea-Bissau de una máquina de descascarado de arroz a cada una, está transformando el papel de la mujer en estas comunidades, donde se fomenta el desarrollo económico a través de la igualdad de género.

Olivia Breto es la presidenta del Comité Nacional de Mujeres Trabajadoras de Guinea, entidad con la que está trabajando CCOO a través de la Fundación Paz y Solidaridad “Gregorio Morán”, y según ha explicado en declaraciones a Efe, la situación de las mujeres en las comunidades de Catió, Farim y Cacheu no es la misma desde que se ha implantado la máquina.

Cofinanciado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) e iniciado hace dos años, el proyecto está abasteciendo de arroz actualmente a 500 familias en cada región, donde las mujeres, habitualmente encargadas de la tarea de descascarar este alimento, ahora realizan un menor esfuerzo físico, a la vez que van ganado cada vez más el respeto de los hombres.

Fatu Dafé, Mary y Safiatu son las tres mujeres que lideran el programa y que han visitado Extremadura para aprender acerca del sistema productivo, la industria y las relaciones laborales de esta región, donde han intercambiado experiencias con otras mujeres y han tomado ideas para desarrollar en su país.

La máquina instalada en sus lugares de origen ha ido acompañada en el proyecto por una formación en derechos laborales, igualdad de género y mejora de la producción y venta del arroz, que ha sido impartida por expertos seleccionados por el Comité Nacional de Mujeres Trabajadoras de Guinea a nueve mujeres en la capital del país.

Posteriormente, desde Bissau las mujeres han ido expandiendo las enseñanzas y multiplicando el aprendizaje a otras mujeres por todo el país durante quince días de formación a cada grupo de 30 más que se ha ido formando para dar difundir el conocimiento recibido.

Antes de empezar este proyecto muchas mujeres no sabían lo que era el género, se pensaban que nos referíamos al género alimenticio de programas alimentarios de alguna organización internacional“, ha señalado Olivia Breto, que también ha visitado Extremadura acompañando a las tres mujeres, cada una procedente de una comunidad.

Muchas de ellas tampoco conocían las técnicas modernas para aumentar la producción de arroz, de modo que con el proyecto se incrementa la cosecha y el rendimiento de las tierras, con lo que ahora logran autoabastecerse mejor.

La venta del arroz, que antes pasaba obligatoriamente por manos masculinas, ahora está cambiando y cada vez son más las mujeres que se encargan ellas mismas de llevarla a cabo, mientras enseñan a sus hijas la importancia de la educación y la formación para tener un futuro mejor y en igualdad al género masculino.

Las mujeres están aprendiendo a posicionarse, están cambiando las mentalidades y ellas mismas están sabiendo defender el importante papel que tienen en el desarrollo de sus comunidades“, ha explicado la presidenta de la Fundación Paz y Solidaridad “Gregorio Morán” de CCOO, Cruces Rosado, quien considera que este proyecto también beneficia al hombre guineano, ya que la máquina trae beneficios para todos.

Fatu Dafé, de 64 años y procedente de la comunidad de Farim, ha indicado que cuando regrese a su país reunirá a otras personas para explicar todo lo que ha visto en Extremadura, y Mary, del sector de Cacheu, ha aseverado que regresa a Guinea soñando con una Casa de la mujer para su país, donde también existe la violencia contra las mujeres y estas no tienen a dónde ir cuando son víctimas de maltrato.

Para Cruces Rosado, este proyecto de la fundación que preside ayuda a que mujeres locales trabajen en sus fortalezas, liderazgo y empoderamiento, algo que considera básico para que las cosas cambien, hacer protagonistas del cambio a quienes les repercute.