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Fuente: FAO

06/04/2017 – Los precios mundiales de los alimentos supervisados por la FAO bajaron en marzo, en un contexto de amplia disponibilidad de suministros y expectativas de cosechas abundantes.

 
El índice de precios de los alimentos de la FAO tuvo una media de casi 171 puntos en marzo, marcando un descenso del 2,8 por ciento respecto al mes anterior, aunque permanecía un 13,4 por ciento por encima de su nivel de un año antes.
 
El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios internacionales de los cinco grupos principales de alimentos básicos.
 
La FAO presentó hoy también su primera previsión para este año sobre la oferta y la demanda mundial de cereales, confiando en que sea “otra temporada de relativa tranquilidad en los mercados”, con unos inventarios de cereales que se mantienen en niveles casi récord.
 
La carne: excepción en la tendencia general a la baja
 
El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 1,8 por ciento con respecto a febrero, arrastrado por el trigo y el maíz, y se encuentra ahora básicamente igual respecto a su nivel de marzo de 2016.
 
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO fue en marzo un 6,2 por ciento más bajo. Las cotizaciones de aceite de palma y de aceite de suelo cayeron este mes al mejorar las previsiones de producción, mientras que las de los aceites de colza y girasol disminuyeron igualmente debido a una mayor disponibilidad de la prevista.
 
El índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 10,9 por ciento, llegando a su nivel más bajo desde mayo de 2016, debido a la débil demanda de importaciones y a las expectativas de la llegada a los mercados mundiales de abundantes suministros de Brasil, resultado de las buenas cosechas y un menor consumo interno de la producción de bioetanol.
 
Los amplios suministros de leche llevaron a una disminución mensual del 2,3 por ciento en el índice de precios de los productos lácteos de la FAO, que, sin embargo, se mantuvo muy por encima del nivel de hace un año.
 
El índice de precios de la carne de la FAO subió por su parte un 0,7 por ciento, impulsado por la fuerte demanda de importaciones de Asia de carne de bovino y porcino.
 
Primeras previsiones de la FAO para los mercados de cereales en 2017/18
La producción mundial de cereales en 2017 se proyecta en 2 597 millones de toneladas, apenas 9 millones de toneladas menos que el récord alcanzado en 2016, según la última Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales
 
Las primeras previsiones de la FAO para la temporada dependerán de las condiciones climáticas en los próximos meses y de la decisión de los agricultores sobre los cultivos que plantarán, que variará en función de los precios en el mercado.
 
La ligera disminución prevista en relación a 2016 se debe a la anunciada reducción de la producción mundial de trigo, que ahora se espera caiga un 2,7 por ciento en 2017, con 740 millones de toneladas, debido principalmente a los recortes en la siembra inducidos por los precios en Australia, Canadá y Estados Unidos.
 
Por el contrario, se espera –aún de forma provisional- que la producción total de cereales secundarios en 2017 alcance un nuevo nivel récord, con1 353 millones de toneladas, gracias a un aumento de la producción en Brasil y Argentina y al repunte en Sudáfrica, tras la sequía del año pasado.
 
Se prevé que la producción mundial de arroz crezca un 1,0 por ciento, hasta los 504 millones de toneladas, ya que el aumento de las plantaciones en India e Indonesia, junto con mayores rendimientos en Brasil y China, deberían compensar con creces los descensos en otros lugares, entre los que se incluye Sri Lanka.
 
Utilización e inventarios de cereales
Está previsto que la utilización mundial de cereales crezca tan sólo un 0,8 por ciento en 2017, para situarse en 2 597 millones de toneladas. La desaceleración respecto al ritmo del 2,2 por ciento del año pasado refleja un crecimiento más lento en el uso de cereales para piensos, así como para biocombustibles como el etanol.
 
Tras examinar las previsiones de producción y consumo, el pronóstico inicial de la FAO para las existencias mundiales de cereales al cierre de la campaña 2017/18 es de 680 millones de toneladas. Se trata de sólo 2 millones de toneladas menos respecto a la temporada anterior y deja la relación mundial entre las existencias de cereales y su utilización en un nivel adecuado del 25,4 por ciento.
 
Paralelamente, se espera que las existencias de trigo aumenten un 2,5 por ciento hasta un nuevo máximo de 246,6 millones de toneladas, mientras que las de maíz caigan posiblemente un 4 por ciento, quedando en 207 millones de toneladas, debido a sustanciales reducciones en China y los Estados Unidos. Por último, se prevé que los inventarios mundiales de arroz permanezcan en general estables, con 170 millones de toneladas.