Mejoramiento Genético

Fuente: EFE Futuro

30/10/2015 – La puesta en marcha de estas investigaciones de debe principalmente a que a lo largo de la pasada campaña del arroz, los daños causados por este hongo han sido más elevados de lo habitual, según un comunicado del IVIA.

 

Los técnicos del IVIA han apuntado tres posibles factores como los causantes de este repunte, el primero de ellos es que se ha detectado un mayor nivel de inóculo, ya que este hongo sobrevive en los restos de hojas y tallos de las plantas afectadas, que podría evitarse con la retirada de los restos del cultivo.

 

Un segundo factor es la mayor susceptibilidad varietal, puesto que se ha incrementado notablemente el cultivo de variedades de arroz susceptibles a contraer esta enfermedad, como la variedad ‘Bomba’, lo cual aumenta los cultivos afectados.

 

Por último, se han dado unas condiciones climáticas favorables para el desarrollo de estos patógenos, como son las temperaturas altas y las lluvias producidas durante los meses de julio y agosto.

 

Las investigaciones se basan en la realización de cruzamientos de las variedades de arroz propias de cultivos valencianos con otras foráneas, con lo que se genes de resistencia específicos contra las razas de Pyricularia oryzae presentes en la Comunitat Valenciana.

 

Durante la campaña también se han detectado algunos problemas muy localizados de falta de desarrollo y muerte de plantas de arroz en la zona de cultivo de la provincia de Valencia, y aunque la proporción de parcelas afectadas es muy baja, en algunas la incidencia de la afección ha sido relativamente alta.

 

Para combatir este problema, durante los meses de agosto y septiembre, los técnicos del servicio de Sanidad Vegetal, investigadores del IVIA y agricultores realizaron visitas a los campos afectados para tomar muestras que una vez analizadas han dado como resultado la detección del hongo Nakataea oryzae.

 

Este patógeno está descrito como agente casual de la enfermedad de la podredumbre del cuello del arroz, y se combate mediante el uso de variedades tolerantes y la reducción del inóculo del patógeno en los restos del cultivo mediante la incineración, el enterrado profundo o la retirada completa de la parcela.