Fuente: eldiario.ec
28/03/2010 – El origen de la nueva plaga que impide el crecimiento de la planta de arroz no está definido aún. Algunos productores creen que los caracoles viajaron grandes distancias aguas abajo desde las provincias de Guayas y Los Ríos – donde apareció primero la plaga – y llegaron hasta el valle a través de los canales de riego. Otros se atreven a pensar que son producto de la fiebre caracolera que se registó hace varios años en la provincia.

Hace algunos años muchas personas incursionaron en la crianza de caracoles con fines de exportación, pero el rubro del “escargots”, como llaman los franceses al caracol que es utilizado en la alta cocina, al parecer no prosperó, y debido a que la crianza muchas veces se la hacía al aire libre y otras en cautiverio, se presume que son esos caracoles que sobrevivieron y se adueñaron de las parcelas de arroz.

Hay miles de animalitos de todos los tamaños en los tallos de las plantas, mientras que los huevecillos, que son de color rosado, se posan en las gavillas. Algunos cultivos que están atestados de huevos de caracol no parecen arroz sino plantas de tulipanes.

El escenario verde y rosado es hermoso, pero las secuelas son terribles para el agricultor porque los rendimientos han empezado a reducirse, de 75 quintales de arroz que se cultivaban por hectárea ahora sólo llegan a 50.

Perjudicados
Rafael Chica, presidente de la Junta General de Riego; y Freddy Aguirre, presidente de la Comuna Corre Agua, indicaron que la invasión de caracoles se presentó el año pasado, y por ello se conoce el ataque agresivo de la plaga, porque provocó una disminución de la productividad. “No obtuvimos los rendimientos que habíamos alcanzado“, dijo Aguirre.

El caracol se come el cultivo cuando la planta tiene unos 15 centímetros. En algunas parcelas hay unos claros enormes, las plantas no crecieron, fueron devoradas“, indicó Chica.

Vicente Delgado y José Peña dijeron que sus cultivos están afectados y que si no se logra controlar la plaga el problema se reflejará en una escasez de arroz, porque los niveles de cosecha seguirán bajando. “Ya no estamos cultivando 75 quintales de arroz por hectárea, en la última cosecha obtuvimos un 40 por ciento menos“, dijo Delgado, mientras señalaba la extensa zona arrocera que ahora es hábitat de caracoles.

Según indicó Aguirre, el problema fue trasladado al Ministerio de Agricultura (MAGAP). “Informamos el caso a Carlos Loayza, quien se comprometió a constatar el problema para elaborar un informe, pero hasta hoy eso no ocurre. Lo que conocimos es que Loayza fue cambiado de área, pero si eso ocurrió, él debió informar a sus superiores lo que está pasando acá“, dijo Aguirre a los otros productores que conversaban con él sobre el problema.