Fuente: El Diario.ec
30/07/2012
– Ellos están desesperados porque cada vez aumenta la plaga en los arrozales y las pérdidas económicas son incuantificables.

Ramón Anchundia, agricultor de la comuna El Frutillo de Rocafuerte, aseguró que para eliminar los caracoles utilizan productos químicos que contaminan el ambiente y aumentan la pérdida de nutrientes del suelo.

Silverio Aguirre, arrocero del sitio La Sequita de Crucita, asegura que perdió el 40 por ciento de arrozales de dos hectáreas. “Si no hubiera utilizado químico, no tendría nada”, dijo con tono de preocupación.

Detalles. Se estima que en el Valle del río Portoviejo se siembran más de 6 mil hectáreas de arroz y que cada hectárea debería producir entre 60 a 70 quintales.

Aguirre aseguró que los más afectados son los productores arroceros de Charapotó, Higuerón, La Sequita de Crucita, Correagua y otros y calcula que unas 280 hectáreas fueron afectadas por el caracol.

Por cada hectárea afectada, un agricultor tiene pérdidas de cerca de 900 dólares, contó Aguirre, quien agregó que la presencia de caracol se volvió una plaga en temporada invernal por la crecida de los ríos. 

Apoyo. Ante la presencia de los caracoles, técnicos del Caders, entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y que se encarga de ayudar al fortalecimiento de las pequeñas organizaciones productoras agrícolas del país, impartieron una charla con la finalidad que los agricultores no utilicen productos químicos sino orgánicos.

Xavier García, del laboratorio Organic Vision de Quito, presentó varios productos para eliminar la plaga.

También acudió a las plantaciones para eliminar los caracoles y hasta los huevos que destruyen el arrozal.

Xavier Plaza, técnico de Caders, indicó que la presencia del caracol no sólo preocupa a los arroceros, sino a los que siembran piña, plátano, cacao, tomate y otros productos agrícolas que se plantan en la zona manabita.