Fuente: El Universo

07/09/2016 – La iliquidez en los comercios, la pérdida de mercado interno por el contrabando y la devaluación de monedas vecinas son problemáticas que el sector industrial arrocero dice enfrentar en plena cosecha de verano, que va de agosto a diciembre, y que hacen que sus bodegas tengan un exceso de inventario aún de la cosecha de invierno (de abril a junio) por la falta de colocación de la gramínea.

 

Javier Chon, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros (Corpcom), asegura que se debe a que los comercios no están adquiriendo las cantidades tradicionales de arroz por falta de liquidez.

 

“Solo compran el producto que rota y no están llenando sus bodegas”, explica Chon, quien revela que el inventario nacional de arroz es de cerca de 98 mil toneladas y a finales de este mes, el pico alto de la cosecha, puede llegar a 150 mil t.

 

Esto ha provocado que varias piladoras desaceleren sus procesos de producción. El dirigente asegura que cerca de un millón de personas dependen de esta industria.

 

Sin embargo, para Chon, el contrabando es lo que afecta más al sector. Indica que en 2015 habrían ingresaron 64 mil toneladas de arroz peruano, lo que equivale a $ 47 millones. “Son 64 mil t que dejamos de ubicar en nuestro propio mercado”, lamenta el industrial, quien estima que en lo que del año cerca de 34 mil t de arroz peruano ya ingresaron al país, es decir, unos $ 26 millones.

 

Pero, ¿por qué el arroz peruano gana espacio? El presidente de Corpcom reconoce que es de mejor calidad que el nacional y tiene un mejor precio que les quita competitividad.

 

Mientras el quintal de arroz peruano se vende a $ 32, el del arroz nacional cuesta entre $ 35,50 y $ 38, dependiendo de la calidad que tuvo mejoras a partir de la presente cosecha. En temporada de baja cosecha puede llegar hasta los $ 45.

 

En la frontera norte el arroz local también perdió mercado debido a la devaluación del peso colombiano que lo ubicó a la par del precio del arroz colombiano. Esto sumado a que en los últimos años el vecino país incrementó su producción.

 

Por esto Ecuador dejó de exportar a ese país un máximo de 160 mil t al año. Esto significó una reducción de 60 mil ha de cultivos del 2012 a la fecha.

 

Para el sector industrial arrocero existen dos opciones.

 

Que la estatal Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) compre parte del inventario para reservas y llegar a un acuerdo entre la banca, las casas de agroquímicos, productores y piladores para bajar los costos de producción y ser más competitivos con un precio de cerca de los $ 32 por quintal.

 

Chon asegura que el lunes la UNA anunció que les comprará, pero no se conoce qué cantidad. “Esperamos que por lo menos nos compre 20 mil toneladas”.

 

Mientras, para bajar costos, Chon espera que se inicien conversaciones pronto.