Fuente: CubAhora
01/04/2011

– Hoy día, el desafío de disminuir las importaciones de alimentos es un aspecto primordial para Cuba. En función de esto, agricultores estatales y campesinos del territorio nacional trabajan arduamente en la siembra de arroz como parte del programa estructurado en el país para aumentar la producción del grano.

De acuerdo con informes recientes del Ministerio de Economía y Planificación, anualmente la Isla compra en el exterior unas 389 mil toneladas del cereal.

La Mayor de las Antillas tiene una de las tasas per cápita de consumo de este cereal más altas del mundo. Es un alimento básico para los cubanos y, por lo tanto, una de las principales prioridades del Estado.

A nivel de país, gran parte del arroz se entrega para la distribución en la canasta básica familiar y la comercialización en la red de mercados.

En Occidente

Más del 70 por ciento del área arrocera de la Isla está sembrada con variedades obtenidas en la Estación Experimental del Arroz Los Palacios, de Pinar del Río, entidad donde se realizan investigaciones para el mejoramiento genético del cereal.

Los cultivos del área pertenecen en su mayoría a semillas INCA LP-5, obtenidas mediante la técnica de cruzamientos, e INCA LP-7; producidas biotecnológicamente, tolerantes a la salinidad de los suelos y con buen comportamiento ante condiciones de bajos suministros de agua. Ambas variedades tienen un alto potencial productivo, resistencia al cuadro fitopatológico tropical y logran gran cantidad de granos enteros, de acuerdo con información brindada por Elizabeth Cristo, investigadora auxiliar al frente de ese programa en el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA).

Actualmente, los investigadores del ramo tienen el reto de ampliar la gama de variedades de semillas, en correspondencia con las características de los suelos del país.

En la Región Central

Villa Clara, por su parte, prevé un aumento de los rendimientos. Tiene destinadas al cultivo del grano aproximadamente 300 hectáreas más que en 2010.

Este año se espera la segunda gran cosecha, en la cual los villareños deben alcanzar unas 19 mil toneladas de arroz, húmedo y en cáscara, con un rendimiento de 3,5 toneladas por hectárea, superior a la media nacional (3,3), según refirió René Hernández, director de la Empresa Agropecuaria Emilio Córdova, que marcha al frente de la labor en la provincia y tiene más de cinco mil 500 hectáreas contratadas para el cultivo.

En aras de facilitar la siembra y la recolección del grano, y aumentar la calidad del nutriente, se les suministraron tres máquinas cosechadoras y cuatro tractores de alta potencia.

Al decir de Alexis Santana, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios Décimo Congreso de la ANAP, se prevé una cosecha con calidad gracias a la nueva tecnología, a la disponibilidad de agua y a las semillas utilizadas. Estas últimas corresponden a siete variedades de semillas, con alta calidad genética y resistentes a las plagas y a las enfermedades más comunes.

Por su parte, en 2011, en Ciego de Ávila los agricultores estatales y campesinos han sembrado más de 1 770 hectáreas de arroz, de las 6 100 que se han propuesto fomentar hasta la primera quincena de agosto, como parte de la campaña arrocera para aumentar la producción del cereal y contribuir a la disminución de importaciones, según indicó Yoliska Ramírez Burgos, directora de la empresa Máximo Gómez, que rige las actividades relacionadas con este cultivo en el territorio.

Debido a la poca capacidad que tiene la región avileña para recoger, secar y molinar el cereal, y como parte de la estrategia para el crecimiento arrocero, la entidad recibió nuevas maquinarias.

Tres modernas cosechadoras con capacidad de recolección de 50 toneladas por día cada una; cinco tractores especiales para el laboreo en los arrozales, cuatro de ellos con ruedas fangueadoras que garantizan un buen cultivo y altos rendimientos, además de humanizar el trabajo, fueron los equipos recibidos. Estos trabajarán organizados en dos pelotones en los municipios de Chambas y Bolivia, las dos principales zonas productoras del grano en la provincia.

También se prevé instalar un molino con capacidad para descascarar cinco toneladas del nutriente en cada jornada, y un secadero, que se montará en Chambas.

En la Centro-Oriental 

En la actual campaña arrocera, los campesinos individuales y cooperativizados de la provincia de Camagüey se han trazado el objetivo de sembrar el 70 por ciento del área prevista para el cultivo del grano.

Más de 24,230 hectáreas serán plantadas en las etapas de frío (noviembre-febrero) y de primavera (marzo-agosto). En la primera se plantaron unas 8 800 hectáreas y entre los meses de abril y noviembre se recogerá lo sembrado en la segunda, según indicó Honorio Saavedra, subdirector del Complejo Agroindustrial (CAI) Ruta Invasora.

Alrededor de 70% de la recogida del cereal correrá a cargo de los campesinos, para la siega estarán listos siete de los ocho secaderos del CAI y el molinado se hará en tres de las cuatro plantas existentes.

A tales labores se suman, entre otros, los agrarios de la cooperativa Manuel Ascunce Domenech, la mayor cosechadora en Cuba de las integradas por afiliados de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), quienes sembrarán 3 310 hectáreas en las dos campañas; y los de la Ernesto Guevara, que ya tienen 455 hectáreas sembradas, de las casi 900 de la etapa invernal.

De lograrse la meta prevista, la producción del arroz destinado al consumo podría llegar a las 40 mil toneladas y, por tanto, satisfacer la demanda del grano en la provincia.

Operar con efectividad en la cosecha del cereal es un objetivo por el cual los secaderos y molinos arroceros del territorio camagüeyano reciben mantenimiento y reparación.

Además de las maquinarias y en correspondencia con el área de siembra prevista, el Estado le asegura a las unidades del sector cooperativo y campesino, la venta de un paquete tecnológico de fertilizantes, herbicidas y otros recursos.