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Fuente: La Nación

28/07/2017 – Un incremento inesperado en la cosecha nacional de arroz del periodo 2016-2017, que terminó el 30 de junio pasado, derivó en un incremento de las reservas en poder de la industria y en que se deba atrasar, posiblemente hasta finales de setiembre, una reducción prevista de precios al consumidor.

 

El atraso en la reducción del precio al consumidor se suscita porque los industriales debieron comprar el exceso de cosecha a precio anterior y, por lo tanto, deben agotar esas existencias antes de poner a regir el nuevo valor al público, según la versión de los industriales.

 

Datos solicitados a la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) indican que la producción del periodo 2016-2017 se estimó en 172.000 toneladas y al cierre del periodo se recogieron 199.940 toneladas. Esto significa un aumento inesperado del 16% en la cosecha del periodo recien concluido.

 

Respecto a la cosecha del año arrocero 2015-2016, el incremento en la producción del último periodo fue del 6,6%, pues pasó de 187.577 toneladas a 199.940 toneladas, de acuerdo con la información solicitada a la Corporación.

 

Cosecha nacional de arroz

El exceso de 27.940 toneladas en la cosecha nacional se le compró a los productores al precio anterior, es decir, más caro, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Industriales del Sector Arrocero (Aninsa) y vicepresidente de Conarroz, Eduardo Rojas.

 

El precio establecido para la cosecha 2016-2017 fue de ¢22.139 por cada saco de 73,6 kilos en granza (con cáscara), en la venta que hace el productor a la industria. Para la cosecha 2017-2018, que se inició en julio, el valor establecido bajó 3% al productor, pues definió que la industria debe pagar ¢21.457 por cada saco de 73,6 kilos en granza.

 

La baja en el valor al productor se reflejará en algún momento en el precio al consumidor. Inicialmente se esperaba que se diera entre junio y agosto y el monto se definiría de una combinación del menor precio local al productor y de la caída en los precios internacionales. Costa Rica cosecha un 60% del arroz que consume y el resto lo importa.

 

El consumo está estimado por Conarroz en 18.195 toneladas mensuales piladas (sin cáscara) o en 218.343 toneladas anuales en esa presentación.

En vista de la mayor producción y el consecuente incremento en las existencias en poder de la industria, la reducción del valor al consumidor no se aplicará sino, posiblemente, hasta finales de setiembre, cuando se agote el grano almacenado en las bodegas, explicó Rojas.

 

El aumento en la producción se presentó por una combinación de factores, destacó Conarroz. Uno de ellos fue el incremento en los rendimientos (el país pasó de 3,4 toneladas por hectárea promedio a 3,77 toneladas por hectárea), otro, la mejoría del clima en las áreas productoras y el tercero la utilización de variedades de mayor productividad.