Fuente: El Nuevo Día
10/01/2013
– Luego de que el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, solicitara a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) investigar la formación de precios en la cadena arrocera, los industriales y productores del cereal opinaron sobre el asunto.

Señala ese ministerio, que en Colombia se paga uno de los arroces más caros de la región.

Y resaltá además, que a pesar de que los precios al productor han caído 25 por ciento desde noviembre de 2012, dicha situación no ha influido en el precio del arroz que compran los consumidores.

Amplio margen
A través de un comunicado, precisa el Ministerio que “se aprecia en la formación del precio, un alto costo en el proceso de transformación y un exagerado margen de comercialización”.

Y añade que “Hoy, el precio de arroz como materia prima en campo se paga al productor en $920 pesos el kilo mientras que el producto, para su consumo en los puntos de distribución, se está vendiendo en promedio a dos mil 900 pesos el kilo”.

Si se hacen cuentas con las cifras del Ministerio, para el caso de Ibagué, el margen entre el precio del arroz que sale de la finca y el que compra el consumidor, es muy amplio.

Por ejemplo, en Ibagué se consigue una arroba de arroz a 31 mil 500 pesos, y haciendo cuentas con las cifras del Ministerio, esa misma arroba salida de la finca costaría un poco más de 11 mil pesos.

Es decir, entre producción y comercialización, habría una diferencia de 20 mil pesos, o dicho en otras palabras, a través de los eslabones de la cadena de producción, el precio de la arroba se multiplicaría por tres.

Si se hace la cuenta del precio por libras, en Ibagué se consigue la libra, en promedio, entre mil 300 pesos y mil 500 pesos, mientras que según el Ministerio, una libra salida de la finca, estaría a un poco más de $400.

No es tan sencillo
Entre las razones de peso, que bien pudieron haber generado la caída en el precio pagado a los productores, está el ingreso de un contigente de 79 mil toneladas de arroz proveniente de los Estados Unidos.

Según el gerente de Fedearroz, Rafael Hérnandez, las importaciones de arroz, que según él hacen disminuir los precios, no favorecen ni al productor ni al consumidor.  

El punto de vista nuestro es muy claro, nunca las importaciones han  favorecido al sector productor.

“La importación lo único que ha traído como consecuencia a los productores es la baja en el precio”, explicó.

Y dijo reconocer la posición de los industriales, quienes “tienen su punto de vista respecto a los inventarios que traen desde el año anterior”.

Síntesis
De otra parte, Jeffrey Fajardo López, director Ejecutivo de Induarroz, gremio de industriales del arroz en el país, dijo que los argumentos expresados por el Gobierno nacional y por Fedearroz, no están bien fundamentados. Fajardo explicó que el arroz que entró al país a finales de 2012, proveniente de Estados Unidos, llegó con un precio similar al producido en Colombia, a causa del proceso de subasta que se efectuó. Y que además el cereal ingresó hacia finales de 2012, “por lo que es un error técnico lo que dice el Ministerio, de que las importaciones de arroz tendrían que haber tenido un efecto en los precios”. Asimismo, aseguró que no se entiende como el Ministerio afirma que la caída de los precios al productor se generó en los últimos dos meses, “cuando en esa época ya no había cosecha en el país y si se pagó algo, fue por una parte mínima de esa cosecha”. Por último, el ejecutivo afirmó que los industriales pagaron por la cosecha de 2012 precios “increíblemente superiores a los de 2011”, por lo que “el industrial no puede reflejar eso en el precio al consumidor inmediatamente, porque él compró una cosecha cara”, señaló Fajardo, y concluyó que los industriales deben cuidar sus márgenes de rentabilidad.

La cadena arrocera está compuesta, en resumidas cuentas por:
1. El agricultor (productor): cultiva y vende el arroz al molinero.
2. Molinos: Compran el arroz al productor, lo almacenan y lo venden a libre decisión o de acuerdo a los tiempos de cosecha.
3. Graneros-mayoristas: se encargan de comprarle el cereal a los molinos y de comercializarlo al por mayor.

Sofisma de distracción
Ángel María Caballero, productor de arroz en el Tolima, opinó que el tema del precio del cereal debe ser revisado con detenimiento, y se mostró partidario de que la SIC investigue la formación de los precios del arroz.

Al haber varios intermediarios, cada uno se queda con una parte del dinero de la cadena de producción del arroz”. “(…) Es la investigación que hay que hacer: ¿Quien se está quedando con ese porcentaje de rentabilidad en la cadena de producción del arroz, antes de que llegue al consumidor final? Para eso es la investigación que hay que hacer in situ”. Y agregó que “hay un sofisma de distracción, y es que se cree que bajándole el precio al productor por medio de importaciones, va a bajar el precio al consumidor, pero no es cierto”, puntualizó.