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Fuente: Hídricos y Eléctricos

03/05/16 – Cascarillas de arroz en ánodos de los iones de litio para la carga de baterías de vehículos eléctricos, parece ser una posibilidad que encaja bien para mejorar la capacidad, estabilidad de ciclo y el ciclo de vida de las baterías, según un estudio de la Universidad de Stanford.

 

Que el arroz tiene propiedades nutricionales es un hecho demostrado desde hace miles de años que se cultiva por todo el mundo y es además el principal alimento de dos terceras partes de la humanidad. Pero que se puedan utilizar sus cáscaras para mejorar los procesos químicos en los ánodos de silicio para las baterías de iones de litio, esto es cosa nueva.

 

Según el estudio, que cuenta con el apoyo de la Oficina de Tecnologías de Vehículos del Departamento de Energía, los investigadores de la Universidad de Stanford han sido capaces de producir estructuras de silicio para baterías de iones de litio de las cáscaras de arroz.

 

Parece ser que los ánodos de silicio para baterías de iones de litio respecto a los de grafito (el más utilizado en las actuales baterías) pueden almacenar más energía, pero mantienen un ciclo de vida (número de veces que una batería se puede cargar y descargar) más corto que las que utilizan grafito. Además, otro problema del silicio, es que se expande cuatro veces su volumen cuando las baterías están cargadas.

 

Por ello, la solución inicial ya se conocía con la aplicación de nanoestructuras que permitían mejoras en los ciclos de vida más largos, pero son caros y además tienen una baja carga de masa, lo que reducen la capacidad de almacenaje de la energía.

 

Ahora, con las síntesis de nanoestructuras de silicio a partir de cáscara de arroz se puede abordar algunos de estos retos: son extremadamente abundantes, y a 18 dólares / tonelada, son bastante baratos. Además, las nanopartículas se mantienen en contacto entre sí durante el ciclado de la batería mientras que todavía tiene espacio para expandirse.