Fuente: Opinión.com.bo
09/01/2012 
– Así como la filosofía del “Kaizen”, una forma de búsqueda incesante de mejoramiento destinado a superar continuamente los retos, y de lograr mayores niveles de satisfacción, es como los japoneses han logrado florecer la semilla del arroz, con mayor rendimiento, en medio de la riqueza natural del municipio de San Buenaventura de La Paz.

OPINIÓN estuvo allí, bajo un cielo nublado y a 38 grados centígrados de temperatura, donde la mayor preocupación de la gente es vivir bien y en armonía con la naturaleza, y donde los pequeños agricultores del Norte de La Paz (Panlap) impulsados por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, la Gobernación de La Paz y los municipios de San Buenaventura e Ixiamas, pretenden triplicar la producción de arroz.

El proyecto de cultivo de arroz bajo riego, tecnología aplicada hace miles de años en Japón que reemplaza el chaqueo, ha comenzado a dar frutos en Santa Rosita, ubicado a 6 kilómetros de San Buenaventura, San Felipe del municipio de Ixiamas, y Buena Altura, donde el agua dulce y cristalina, que emana de los cerros del Parque Nacional Madidi, es el principal fertilizante.

El resultado: hasta 6,7 toneladas (Tn) de arroz por hectárea (Ha), mientras los productores comunes de la zona obtienen entre una y dos toneladas de arroz en el mismo espacio. Con esa técnica, además, se podrían hacer dos cosechas al año, según la explicación del técnico del proyecto, Boris Rojas. 

Entre San Buenaventura e Ixiamas existen alrededor de 30 comunidades que cultivan por todo unas 450 Has. de arroz, la mayoría para consumo, con sistema de mejoramiento podrían triplicar la producción.

Beneficios
La colonia japonesa instalada en el municipio San Juan de Yapacaní (Santa Cruz) aplica esta técnica milenaria hace más de doce años en diez mil hectáreas.

Pese a que en la zona no existe la cantidad de agua necesaria para este tipo de cultivo, el responsable del departamento de investigación y desarrollo de la Cooperativa Integral San Juan de Yapacaní, Yuuki Pedro Yonekura afirmó que a su cosecha promedio por hectárea (1 Tn) añadieron más de dos Tn. 

Pero, el mayor beneficio en el cultivo, que también se comprobó en las parcelas experimentales, es que la tierra puede ser utilizada por más de cuatro mil años, sin descanso, ya que el agua constituye su principal fuente de nutrición.

Además, a diferencia del cultivo seco, no crece maleza. El agricultor debe cuidar que el nivel de agua de las pozas sea óptimo,  que las aves no coman el grano y nada más.