Fuente: Sietepuntasdigital.com
24/05/2012
– A principios del presente siglo, en Corrientes había unos 360 productores arroceros. Hoy sólo quedan 120. Para la próxima campaña – apenas faltan 90 días para la preparación de la tierra – sólo podrían quedar la mitad. La perspectiva no es de las mejores. Los precios internacionales del producto están estancados desde hace años, el dólar cotiza bajo y los costos de producción cada vez más elevados atentan contra la continuidad de estos hombres de campo.

Datos a tener en cuenta: el 80% de las estaciones de bombeo en Corrientes son a gasoil – si fueran eléctricos se reduciría este variable en un 75% -; inexistencia de puerto granelero y muy elevados valores de fletes; insumos a previos internacionales; entre otros.

Corrientes se transformó en el distrito argentino con mayor superficie sembrada de arroz. Este grano es el principal producto de exportación de la provincia. Sin embargo, la ecuación no cierra a los pequeños y medianos productores por lo que podrían no ser parte de la próxima campaña.

“Los costos son insoportables para afrontar la próxima campaña”, comentó Daniel Filigoi, consultor de empresas y referente del sector arrocero correntino y nacional.

Remarcó que no hay perspectivas próximas ni de cambios en el valor internacional del producto ni de movimientos en el dólar en su relación con la moneda nacional. “Además, desde el Gobierno no dan señales de suspender las retenciones a las exportaciones (10% para arroz cáscara y 5% para los elaborados) y los costos de producción continuarán en ascenso”, evaluó.

Y todavía falta la conclusión de las paritarias para establecer el nuevo sueldo para los trabajadores rurales. No hay perspectivas positivas”, comentó Filigoi ante la requisitoria de Ñande Ñu.

En una entrevista anterior, el ministro de la Producción, Jorge Vara (también productor de este grano), dijo que “Corrientes exporta 3 de cada 4 kilos que produce (las ventas al extranjero representan el principal valor del Producto Bruto Interno de la provincia). Sin embargo, el sector atraviesa una terrible crisis por la falta de competitividad”. Coincidencia total.

Filigoi comentó que el sistema financiero bancario ya no es el que proporciona el capital a los arroceros antes de cada campaña. Ahora son los proveedores de insumos y los molinos quienes adelantan fondos a los productores a cuenta de la venta del grano al cierre de cosecha.

Pero en el contexto actual, las empresas que financiaban a los pequeños productores no lo harán más. Es que hacerlo significará ponerse un salvavidas de plomo. Lo arroceros no podrán pagarles”, evaluó el consultor.

Al analizar los números Filigoi apuntó que por ejemplo, un equipo de gasoil cuesta 200.000 pesos. La producción por hectárea tiene un costo estimado de $1.500 y un arrocero mediano cuenta con unas 500 hectáreas destinadas a la siembra del grano. “¿Quién financiará los valores de producción?”, se preguntó. “No encontramos respuestas”, se respondió.

En 90 días habrá que comenzar a preparar la tierra para la próxima campaña. En septiembre será tiempo de sembrar. En este escenario, los medianos productores no se cómo podrán hacerlo”, dijo apesadumbrado Filigoi.

Al evaluar la situación de los grandes productores de arroz de Corrientes dijo que los mismos “tienen espaldas” para soportar “salir a raya” o con un margen mínimo de rentabilidad “como sucedió en los últimos años”.

Es que tienen ingresos de otros sectores que les permite soportar una producción que no de ganancias, mientras aguardan que en un futuro o muy lejano haya un cambio de ciclo”, expresó Filigoi.

Se trata de productores de mucha trayectoria. Pero si salen de la actividad es muy difícil regresar. Y más en las condiciones actuales”, concluyó Filigoi.

Festejo triste para el siglo arrocero

El pasado 2 de marzo se concretó el acto formal por el que se recordó el siglo de la primera campaña arrocera en Corrientes. En dicha oportunidad, Vara lejos de esbozar algún tipo de “festejo” por el centenario cumpleaños de la producción ya había alarmado sobre la situación por la que atraviesa el sector.

El aumento en los costos de producción (en el que incluyó a las retenciones a la exportación y el retraso en el reintegro del IVA) y un precio internacional estancado desde el 2008 derivan, en el mejor de los casos, en una rentabilidad mínima, situación que parece ser exclusiva de los grandes productores. Los pequeños y medianos, con suerte, salen a raya”, había comentado Vara a Ñande Ñu.

En ese momento, al analizar el número de productores que dejó la actividad desde el 2001, trazó un paralelismo: “La Provincia tiene 60 mil empleados públicos. Es cómo si dos tercera partes de ellos quedaran en la calle. En el caso de los arroceros, si no salía en los diarios nadie se enteraba”.

Principal actividad agropecuaria

El arroz es la principal actividad agropecuaria de la provincia, con más de 97.000 hectáreas sembradas – casi al final de la cosecha – en la última campaña significó el 41,3% de la producción de Argentina. Este grano representa el 60% de la exportación de Corrientes (se vende a cuarenta países) y da trabajo a una persona cada 18 hectáreas.

“A diferencias de otros emprendimientos agrícolas, entre el 60% y el 70% de las inversiones quedan en el lugar donde se produce. Ello motoriza las localidades en las que se concretan los emprendimientos”, comentó el Presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA), Christian Jetter, en una nota anterior.

En la actual campaña nacional, el total sembrado en Argentina es de 235.452 hectáreas, cifra notoriamente inferior a las 260.880 hectáreas de la anterior. Sin embargo, la de 2010/2011 fue la más importante en la historia del país. La presente es muy importante si, por ejemplo, se la compara con la de 2009/2010 que alcanzó 221.540 hectáreas.

Durante la jornada por el siglo de la primera cosecha en Corrientes, los referentes de ACPA hicieron especial hincapié en la aplicación de diversas tecnologías productivas (algunas de ellas de costo cero, tales como siembra en la fecha adecuada, un riego correcto y una cosecha en época) para incrementar los rindes por hectárea.

Es que para mejorar la situación del sector sólo hay dos caminos: que suba el precio del arroz y se quiten los impuestos que nos sacan la rentabilidad o aumentar el rinde. Hay tecnologías que no implican mayores costos y que posibilitan un aumento de rendimiento”, apuntó Jetter.