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Fuente: Clarín 

18/10/2016 – La siembra de arroz en el Litoral comenzó, hace unas semanas, con la proyección de que se podría lograr una cosecha similar a la de la campaña pasada, que superó las 1,4 millones de toneladas, pero con mejores rendimientos porque se espera una menor cantidad de días nublados.

 

Los productores arroceros ya tienen sembrado más del 50% de los lotes que van a destinar a arroz. “Nos atrasamos una semanas, porque faltaba humedad en el suelo, pero implantamos más del 45% de los lotes”, le contó a Clarín Rural Eduardo Varese, que tiene sus campos unos 20 kilómetros al norte de La Paz (Entre Ríos) por la Ruta Nacional 12.

 

“En nuestra zona ya se sembró el 70% de los arrozales. Creemos que los rendimientos van a ser buenos porque esperamos una mayor radiación solar en un año que puede ser Niña”, destacó Roxana Schmukler, que produce el cultivo en Jubileo y San Salvador -plena zona núcleo entrerriana-, unos 50 kilómetros al oeste de Concordia.

 

En Santa Fe, en cambio, proyectan una caída en el área que ocupará el cultivo. “Los productores están desfinanciados por las secuelas que dejaron las inundaciones del otoño. Estimamos que se sembrará un 25% menos de hectáreas”, precisó el ingeniero Rodolfo Vicino, delegado del Ministerio de la Producción santafesino en San Javier, unos 150 kilómetros al norte de Santa Fe.

 

La producción argentina de arroz se concentra en tres provincias: Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. Los productores correntinos producen el 45% de la cosecha, los entrerrianos el 35% y los santafesinos el 14%, según las estadísticas del Ministerio de Agroindustria. En Formosa y Chaco se cultiva el resto del área.

 

En la campaña pasada, que se empezó a trillar en febrero, la producción argentina fue de 1.404.980 toneladas, casi un 10% menos que las 1.558.100 toneladas que se habían cosechado en el ciclo 2014/15. No fue una buen ciclo: desde la campaña 2010/11, la Argentina no bajaba de las 1,5 millones de toneladas.

 

En la tendencia puede haber influido el fenómeno de El Niño -que supone más días nublados-, un contexto internacional de precios que no fue favorable y algunos problemas puntuales. En Santa Fe, por ejemplo, se agravó el problema del arroz rojo, una maleza que es cada vez más difícil de controlar.

 

La cosecha arrocera superó las 1,4 millones de toneladas la campaña pasada. Más del 90% se concentra en Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.

 

“Durante años se manejaba con herbicidas de la familia de las Imidazolinonas, pero por el monocultivo se generó resistencia y ahora hay una infestación con esta maleza”, contó Vicino. El ingeniero estima que el área arrocera en esta provincia podría caer de 38.000 hectáreas a cerca de 30.000 hectáreas.

 

En los campos cercanos a La Paz y San Salvador, los productores proyectan que la siembra va a ser similar a la campaña pasada, en la que se implantaron algo más de 72.000 hectáreas en Entre Ríos (en Corrientes, la superficie sembrada superó las 88.000 hectáreas).

 

En la campaña pasada hubo una diferencia importante de rendimientos. En Corrientes y Entre Ríos, según los datos de Agroindustria, los rindes superaron los 7.000 kilos por hectárea, en cambio en Santa Fe apenas alcanzaron los 5.000 kilos. Para Vicino, los problemas que está generando la maleza del arroz rojo es una de las causas de esta diferencia.

 

Entre el 2006 y el 2011, el corredor arrocero santafesino duplicó la superficie que ocupa el cultivo. Pasó de 20.000 hectáreas sembradas a 45.000 hectáreas. En esta tendencia influyó que el riego se hace con energía eléctrica (lo que reduce los costos) y no con gasoil, como sucede en Entre Ríos. Pero los problemas de malezas y las consecuencias de las inundaciones pusieron un límite a este crecimiento.

 

Para los productores arroceros, las exportaciones son estratégicas. De las 1,5 millones de toneladas que se suelen cosechar, solo 400.000 toneladas se destinan al mercado interno y el resto se exporta, sobre todo al mercado brasileño.

 

“Estuve hablando con gente de Brasil y ellos esperan que se reactiven las compras de arroz argentino, que mermaron por la fuerte recesión que afecta a la economía brasileña”, contó Schmukler.

 

La otra variable que los productores siguen de cerca es la evolución de los precios. El último informe de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz advierte que las cotizaciones cayeron en septiembre por los altos stocks del cultivo.

 

Entre otros factores, influye que en Tailandia el Gobierno sigue deshaciéndose de sus reservas antiguas y que las nuevas cosechas asiáticas, las más importantes del mundo, vienen muy bien.

 

En este escenario, se proyecta que la producción mundial de arroz podría crecer 1,6% esta campaña y que las cotizaciones se mantendrían bajas, al menos, hasta el primer trimestre de 2017.